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 LA VIDA DEL SUELO Y SU BIODIVESIDAD

Microflora del Suelo

Microflora

La microflora del suelo está compuesta por dos grandes grupos de organismos microscópicos: las bacterias y los hongos. La relación hongos/bacterias es característica de cada ecosistema; los suelos agrícolas y de pastoreo generalmente están dominados por bacterias, en tanto los suelos forestados, tienden a tener una alta proporción de hongos.

Bacterias:

Las bacterias son microorganismos microscópicos unicelulares, con un núcleo de tipo primario, sin membrana nuclear claramente definida, por lo tanto corresponden a procariotas, del reino monera.

Las bacterias individuales pueden presentar formas esféricas (cocci), cilíndricas (bacilo) y en espiral (espiral). Las bacterias se agrupan formando pares, racimos y cadenas y se encuentran prácticamente en todos los medios naturales; su presencia en el suelo es un número muy elevado; una cuchara de suelo productivo puede contener de 100 millones a 1 billón de bacterias. Las bacterias se pueden clasificar en diversos grupos funcionales:

• La mayoría de las bacterias satisface sus necesidades energéticas y de carbono utilizando sustancias orgánicas fácilmente degradables, son descomponedores primarios y utilizan compuestos orgánicos simples tales como raíces o residuos frescos de plantas.

• El segundo grupo de bacterias son mutualistas, se asocian con las plantas para recibir mutuo beneficio y a esta relación se le llama SIMBIOSIS. El ejemplo más conocido son las bacterias fijadoras de nitrógeno llamadas rizobios, que forman nódulos en las raíces de las leguminosas. Estas bacterias utilizan los compuestos de carbono elaborados por la planta, y fijan nitrógeno libre, haciéndolo disponible para la misma.

• El tercer grupo de bacterias son patógenas de las plantas, invaden los tejidos vegetales y causan enfermedad afectando el rendimiento y la calidad de los cultivos.

Las bacterias de los distintos grupos proveen importantes servicios relacionados con la dinámica del agua, el ciclo de nutrientes y la supresión de enfermedad. En suelos sanos las comunidades bacterianas están en equilibrio y compiten con aquellos organismos causantes de enfermedad. (Zerbino y Altier, s,f)

Las bacterias poseen una gran variedad de funciones en el suelo. La descomposición de animales, plantas y residuos microbianos es llevada a cabo por bacterias heterótrófas. Estas bacterias tienden a ser los miembros más numerosos de la comunidad microbiana del suelo y su selectividad de los substratos varía grandemente de una especie de bacteria a otra. Las bacterias quimioautótrofas del suelo, juegan un papel importante en los ciclos de nutrimentos. La composición de la población bacteriana del suelo frecuentemente puede indicar las condiciones físicas y químicas del mismo. La presencia activa de una bacteria como Clostridium, es indicativa de condiciones anaeróbicas, ya sea en el suelo en su totalidad o bien en los micrositios (Ramos Zapata, s.f.).

Hongos

Son organismos pluricelulares que crecen como largas hebras ramificadas, llamadas hifas, a través de las partículas del suelo y de las raíces de las plantas. El conjunto de hifas del hongo se llama micelio. Sólo algunos hongos son unicelulares, tal es el caso de las levaduras. Si bien los hongos son organismos microscópicos, las estructuras de fructificación de muchos de ellos son visibles; por ejemplo, cuando recorremos un monte en otoño, las reconocemos como setas en la superficie del suelo o en la corteza de algunos árboles.

Los hongos son los dominantes en la microbiota del suelo. Los hongos poseen un amplio rango de funciones en el suelo, incluyendo su papel como simbiontes de plantas, patógenos de plantas y animales, oligótrofos, e incluso carnívoros, sin embargo su papel más importante en el suelo desde el punto de vista ecológico, es la descomposición de la materia orgánica desde los azúcares simples y aminoácidos hasta polímeros muy resistentes como la lignina y complejos de ácidos húmicos del suelo. Gracias a su gran tolerancia a la acidez, comparado con las bacterias heterótrofas, la descomposición de la materia orgánica en suelos ácidos es en su mayoría realizada por hongos. El papel de los hongos como simbiontes, específicamente en micorrizas, es de gran importancia para el desarrollo de plantas, por su papel en la toma de nutrimentos, resistencia a enfermedades y relaciones hídricas favorables (Ramos Zapata, s.f.)

Los hongos también se pueden clasificar en tres grupos funcionales:

• El grupo de descomponedores, lo integran los hongos saprofíticos que convierten la materia orgánica muerta en biomasa disponible para otros organismos. Juegan un papel fundamental en los procesos de descomposición, ya que utilizan compuestos complejos como los residuos fibrosos de las plantas, ricos en celulosa y lignina, y los convierten en formas simples.

• El grupo de mutualistas, lo componen los hongos micorríticos; colonizan las raíces y toman carbono de la planta, y simultáneamente le facilitan a la misma la absorción de fósforo y otros nutrientes del suelo.

• Finalmente, el grupo de los patógenos, está constituido por hongos que invaden los tejidos vegetales; causan una reducción de la producción y la muerte de las plantas. Un ejemplo es Fusarium, que puede producir la podredumbre de la semilla o de las pequeñas plántulas y su presencia en el suelo afecta la implantación de los cultivos. (Zerbino y Altier, s,f)

Algas

Son vegetales microscópicos que sólo en casos excepcionales pueden observarse a simple vista, cuando, en un suelo erosionado y desprovisto de vegetación, se presentan en superficie formando costras. Estas costras, que suelen ser de pocos milímetros de grosor y que muchos autores denominan biodermas, están por lo general constituidas por cianoficeas. las algas, al igual que los hongos y demás vegetales inferiores, son muy sensibles a los cambios del medio en que viven, por su gran plasticidad pueden cambiar su morfología, e incluso sus facultades fisiológicas cuando varían las condiciones del medio por lo que cabe señalar, que por lo general las algas más frecuentes en el agua no suelen coincidir con las algas más frecuentes en el suelo (Noguerol Seoane et al.,1979).

la incorporación de algas al suelo incrementa las cosechas y favorece la calidad de los frutos básicamente porque se administra a los cultivos no sólo todos los macro y micronutrimentos que requiere la planta, sino también 27 sustancias naturales cuyos efectos son similares a los reguladores de crecimiento. Dentro de los compuestos ya identificados en las algas se tienen agentes quelatantes como ácidos algínicos, fúlvicos y manitol así como vitaminas, cerca de 5000 enzimas y algunos compuestos biocidas que controlan algunas plagas y enfermedades de las plantas (Canales López, 2000).

Organismos del suelo

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