EL AGUA DEL SUELO
Los suelos,
también cumplen con la función de almacenar y filtrar el agua.
Los suelos funcionales desempeñan un papel clave en el abastecimiento de agua limpia y en la resistencia ante las inundaciones y sequías. La infiltración de agua a través del suelo atrapa los contaminantes e impide que estos se filtren en el agua freática.
Además, el suelo captura y almacena agua, poniéndola a disposición de las plantas para su absorción; de este modo, reduce al mínimo la superficie de evaporación y maximiza la eficacia y productividad en el uso del agua. Los suelos sanos con una elevada cantidad de materia orgánica tienen capacidad para almacenar grandes volúmenes de agua. Esto es beneficioso no solo durante las sequías, cuando la humedad de los suelos es crucial para el crecimiento de los cultivos, sino también durante las lluvias intensas porque el suelo reduce las inundaciones y la escorrentía y ralentiza el vertido de agua a los arroyos. (Food and Agriculture Organization of the United Nations, 2015)
Ciclo Hidrológico
El ciclo hidrológico se basa en el permanente movimiento o transferencia de las masas de agua en sus diferentes estados (líquido, gaseoso y sólido); éste está animado por dos causas: La energía solar y la gravedad y abarca toda el agua presente sobre la superficie del planeta o debajo de ella, es decir, el agua de mar y dulce, agua subterránea y superficial, agua presente en las nubes y la atrapada en rocas por debajo de la superficie terrestre.
Diagrama del ciclo hidrológico
La evaporación: Es un fenómeno de la naturaleza que ocurre cuando la radiación solar hace subir el agua en forma de vapor o humedad hasta la atmósfera. Toda el agua que es evaporada en forma de humedad se aglomera y forma las nubes.
Transpiración: Es un fenómeno que explica la evaporación del agua contenida en las plantas de la tierra.
Condensación: El agua en forma de vapor sube y se condensa formando las nubes, constituidas por agua en gotas minúsculas.
Precipitación: Es la caída del agua desde la atmósfera hacia la superficie de la tierra.
Infiltración: es el paso del agua que cae de las lluvias y penetra entre la superficie y las capas del suelo, a través de los poros y aberturas que se encuentran entre las rocas del suelo. El agua que se infiltra en el suelo se denomina agua subsuperficial. ésta puede ser devuelta a la superficie y evaporada hacia la atmósfera, puede ser absorbida por las raíces de las plantas y regresada por la evapotranspiración y por último puede infiltrarse profundamente en el suelo, formando corrientes subterráneas. (Anon, 2016)
Agua Subterránea
La precipitación después de mojar las hojas y el suelo, corre por la superficie terrestre a los cursos de agua constituyendo el escurrimiento superficial y otra se infiltra en el suelo. Mucha de esta última es retenida en la zona de las raíces de las plantas y parte de ella vuelve a la atmósfera por la evapotranspiración. El excedente sigue hacia abajo por la fuerza de gravedad y continúa su descenso hasta ingresar a un reservorio de agua subterránea. El agua subterránea fluye a través de los materiales porosos saturados del subsuelo hacia niveles más bajos que los de infiltración y puede volver a surgir naturalmente como manantiales y caudal de base de los ríos.
El agua subterránea está almacenada en acuíferos, ubicados a diferentes niveles de profundidad, hasta sistemas confinados que están a varios kilómetros por debajo de la superficie. Se pueden encontrar aguas subterráneas en casi cualquier parte, trátese de zonas húmedas, áridas o semiáridas. El agua del subsuelo es un recurso importante, pero de difícil gestión, por sus sensibilidad a la contaminación y a la sobrexplotación. (Ordoñez Gálvez, 2011)